Se ha observado un creciente número de bancos, incluso los de gran importancia, enfrentando la bancarrota. Para entender las razones detrás de esto y sus implicaciones, es esencial comprender primero el funcionamiento interno de los bancos.
Los bancos funcionan mediante un sistema de depósitos y préstamos. Cuando depositamos dinero en un banco, esencialmente le damos permiso para utilizar una parte de este. Mantienen una fracción de nuestros ahorros en reserva y utilizan el resto para prestar a otros bancos, negocios y personas. Este flujo de préstamos y créditos es esencial para la economía ya que facilita el funcionamiento de muchas empresas.
Y te preguntarás, ¿en qué gastan mi dinero los bancos? Pues ese porcentaje que tienen disponible, lo prestan, a negocios, personas o bonos del estado. Estos bonos son deudas que tiene el estado, por ejemplo si necesita dinero para la restauración de una carretera. El estado, como no le bastaba con los impuestos, necesita más dinero. En estos bonos el estado pide dinero, por ejemplo 1000$, pone un interés del 2% 10 años. Esto significa que al cabo de 10 años quién tenga ese bono de estado tendrá 1000$ (el dinero que le había prestado al estado) + 20$ (el 2% de 1000) x 10 (el número de años que ha prestado el dinero) = 1200$. Dejar el dinero quieto en el banco es una gran manera de perderlo. Como todos sabemos existe una cosa llamada inflación. Que hace que yo 10 años atrás pagaba 1$ por una botella de agua y ahora pago 2$. Por eso los bancos necesitan invertir la mayoría del dinero, sino no les saldría rentable tenerlo. Por eso bancos o negocios compran bonos de estado. Además estos bonos suelen ser una apuesta segura, ¿por qué? Aquí entran los bancos centrales.
Los bancos centrales, como el Banco Central Europeo (BCE), son los encargados de conseguir una estabilidad de precios y la regulación de las reservas mínimas de los bancos. Qué son las reservas mínimas. Por ejemplo, si el BCE establece una tasa de reserva mínima del 2%, esto significa que por cada 100 € recibidos a través de los clientes, un banco debe mantener 2 € en reserva y puede invertir 98 €.
Y volvemos a las carreteras, el banco central es el que le prestará dinero al estado cuando nadie compra sus bonos, y aunque el que compre el bono de estado sea un banco comercial, acaba pagando el banco central. Ahora te explico por qué. Un banco comercial le compra un bono de 1000$ con un interés de 2% a 10 años al estado. Al cabo de 10 años el estado tiene que pagarle a este banco comercial 1200$. ¿De dónde los saca? De otro bono de estado. ¿Y cómo se pagará este bono de estado que está siendo utilizado para pagar el bono de estado que ha sido utilizado para renovar carreteras? Otro bono de estado. Como ves esto acaba convirtiéndose en una espiral. ¿Cúal es la solución? El estado debe dinero, ¿de dónde sale este dinero? Pues el banco central tiene una máquina muy bonita que al apretar un botón salen billetes. Y si no lo utiliza, el estado debe dinero a su país. Después de saber esto piensas, ¿y por qué el banco central sigue prestándole dinero al estado? Pues mira, da la casualidad de que el estado es el que decide quién trabaja con la máquina del dinero y esos puestos cobran muy bien. Ves por donde voy.
Volviendo al tema de la bancarrota, ¿qué sucede si un banco en el que confías para guardar tu dinero quiebra? ¿Perderías todo tu dinero? No necesariamente, ya que existen seguros de depósito que garantizan una cantidad determinada por cuenta. Así, los depositantes no pierden todo su dinero si el banco sufre dificultades financieras. El dinero para cubrir estos seguros proviene, en parte, de las reservas que los bancos mantienen en los bancos centrales. A quién pertenecen esas reservas, a ti, a los clientes de todos los bancos.
Un caso de banco que ha quebrado recientemente es el Silicon Valley Bank (SVB), que había obtenido ganancias significativas al invertir en empresas tecnológicas durante la pandemia. SVB invirtió gran parte de este dinero en bonos del estado a largo plazo con un interés “bajo”. Poco después el interés subió y mucha gente empezó a querer sacar el dinero del banco para invertirlo en bonos de estado, cryptos u otras cosas. Ya que al tener ahora una inflación alta el dinero estancado en el banco lo que hace es devaluarse. SVB tuvo que vender sus bonos de estado a precios más bajos para cubrir estas retiradas, lo que finalmente llevó a su quiebra.
Para SVB la garantía cubría apenas el 3% de la deuda hacia sus clientes, por lo que se decidió salvar al banco con dinero público. Ya que si dejarán quebrar a los bancos, las consecuencias podrían ser devastadoras. Podría desencadenar una pérdida masiva de confianza en el sistema financiero lo que llevaría una corrida bancaria, afectando a la economía en su conjunto. Una corrida bancaria es cuando los bancos congelan las cuentas, no puedes mover dinero. No digo que tengamos que confiar en los bancos, todo lo contrarío, pero el querer sacar todos todo el dinero y a la vez tendrá consecuencias serias.
Por eso mucha gente ha buscado resguardar su dinero en monedas digitales como el bitcoin. Está moneda en particular no es vulnerable a caídas bancarias y al contrario que otras monedas centralizadas, FIAT o cryptos, no puede ser manipulada por terceros. Además solucionaría la falta de transparencia en el sistema financiero tradicional. Al ser descentralizado y no depender de intermediarios como los bancos, Bitcoin permite una mayor autonomía y control sobre las transacciones financieras. Sin embargo, también presenta sus propios desafíos y riesgos.
La verdad, a pesar de sus imperfecciones, yo confío más en bitcoin que en otras monedas. Al no poderse manipular, no sufre de inflación. Es verdad que una inflación del 2% es considerada sana y necesaria para la economía, pero si hiciéramos de bitcoin una moneda estable podría no ser necesario ese porcentaje de inflación. Por desgracia Bitcoin aún es rechazado por una mayoría de personas y hasta que eso no cambie no vamos a poder sacarle todo su potencial y tendremos que depender de otras monedas.
En definitiva, el sistema es una bola de mierda y cuanto más dejemos que crezca más difícil será frenarla. La diferencia de esta crisis es la introducción de bitcoin, habrá que esperar a ver si acabamos sacándole partido a esta nueva moneda o al tenerle miedo nos quedaremos con lo malo conocido.